La sostenibilidad es una palabra que cada vez está más presente en la sociedad, pero que quizás muy pocos se detienen a pensar en su significado. Para las empresas, incorporar el concepto “sostenible” es de vital importancia si desean tener continuidad en el tiempo e incrementar su buena imagen y reputación.
Leyendo el artículo del blog de Rem Tres años con mujeres soñadoras y hacedoras, me he quedado con la siguiente frase: “simplemente, proyectamos y creamos un mundo hecho de igualdad y sostenibilidad, lo hacemos de verdad, dejando atrás el postureo”.
Reflexionando sobre el concepto de sostenibilidad y de desarrollo sostenible, podemos afirmar sin lugar a dudas que la concreción del concepto sostenibilidad ha sido uno de los más importantes y decisivos avances que los seres humanos han logrado durante las últimas décadas del siglo pasado.
Las personas, individualmente y de manera colectiva, han ido comprobando progresivamente la interdependencia que los relaciona entre sí y también con la naturaleza y los efectos, a veces, no deseados que afectan a ellos mismos y a su entorno.
Esta percepción ha posibilitado que las personas se relacionen de una manera más reflexiva y autocrítica con los demás seres humanos, con los demás seres vivos y con todo lo que les rodea y permite su subsistencia a fin de preservar su propia continuidad.
Incrementar la imagen y reputación de las empresas
Aparece así, la noción de “sostenible” como apuesta a un futuro mejor para todos, en el presente y para las generaciones futuras.
La extensión de su aplicación a distintos aspectos, como políticos, económicos, sociales, culturales, ambientales y empresariales, está comenzando a producir unos cambios que hoy en día es difícil de evaluar en su verdadera dimensión.
Para las empresas, incorporar el concepto “sostenible” es de vital importancia pues si desean tener continuidad en el tiempo e incrementar su buena imagen y reputación, deben fundamentar sus estrategias en los principios de la sostenibilidad y realizar sus actividades de acuerdo con ellos.
Cultura corporativa
Como consultora en estrategias sostenibles a la hora de incorporar el concepto de sostenibilidad en las empresas y analizar los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), pongo el foco en los valores fundacionales del negocio porque son los que determinan la cultura corporativa.
Los expertos y la literatura coinciden en definir la cultura corporativa como el conjunto de percepciones, actitudes, creencias, hábitos y valores y su forma de interacción dentro de grupos existentes en las organizaciones.
La cultura corporativa es la que nos permite definir el propósito empresarial, herramienta fundamental que hace que la organización trascienda su dimensión económica y defina su impacto real sobre el entorno y la sociedad.
En el caso de las asociaciones sin fines de lucro, podemos decir que, desde sus orígenes, presentan unos valores reconocidos como propios, únicos y diferenciales, que habitualmente se derivan de los valores de sus fundadores.
Identificar e interiorizar los valores de Rem
En Rem, se destila un aroma profundo de cultura corporativa sólida, nacida desde su origen por los valores y actitudes de sus socias fundadoras. Aroma que se transmite a todas sus socias.
Rem ha logrado que todas sus integrantes interioricen y se identifiquen con sus valores, creencias y actitudes fundacionales y las hagan suyas.
Y ya lo dijo Roy Disney (gran empresario estadounidense): “No es difícil tomar decisiones si uno tiene claro sus valores».
Rem tiene como propósito colocar a las socias en el centro de sus acciones, y de esta manera hace suyo unos de los pilares de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y sus 17 ODS: las personas.
Rem hoy está formada por un equipo de mujeres emprendedoras que trabajan para lograr el éxito en sus actividades, y tal como sus fundadoras lo soñaron, buscan dejar una huella positiva en el entorno donde actúan.
El aprendizaje compartido
Las emprendedoras deben plantearse el reto de formarse, crecer y descubrir nuevas virtudes empresariales, siempre con su punto de mira puesto en el desarrollo sostenible.
Las mujeres emprendedoras bajo el paraguas de Rem, al formar parte de una asociación con valores sólidos, estarán más cerca de poder apostar por un liderazgo sostenible e igualitario, para transformarse en verdaderos agentes de cambio.
Actuando individualmente pero también interactuando entre sí, entenderán también lo que supone y pretende la sostenibilidad para su propio futuro y para el futuro del planeta.
Porque ya se sabe que mejores personas hacen mejores empresas.

Candy Diano Pucci, licenciada en Empresariales, especialista en estrategias sostenibles
Para más información, consulta su web: Responsables