Los precios bajos y los estímulos consumistas son destructivos y te convierten a ti en producto
El consumo de ropa se ha disparado hasta un 40% en la Unión Europea, dejando tras de sí toneladas de tejidos sin reciclar en vertederos. Los precios bajos y los estímulos consumistas no dejan ver esta huella tan destructiva. Y es que en definitiva, cuando pagas poco, el producto eres tú. Las fundadoras de Planeta Dots (puntuación informática en inglés) experimentaron una reacción sostenible al `usar y tirar´ y apostaron por un proyecto de costura sostenible y creativa. Se inspiraron en una práctica que han hecho siempre las mujeres, de forma silenciosa e invisible, pero como auténticas pioneras de la economía circular. Se propusieron aportar un cambio al mundo, las llamaron `soñadoras´ pero han demostrado que lo que soñaron es ya una realidad.
Lorena es educadora social y cuando llegó con su familia a El Boalo se apuntó a las clases de costura de Roser, una arquitecta `efímera´ que impartía clases desde hacía años en el Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino (BOCEMA). La afinidad entre ellas fue total y decidieron crear juntas una pequeña colección de ropa en 2019. Pero algo no encajaba cuando veían tanta tela desperdiciada.
¿Qué determina la transformación de vuestro proyecto?
Desde los años 80 estamos inmersos en un modelo de negocio y de consumo llamado fast fashion o moda rápida. Se trata de una oferta constante y adictiva a prendas de coste muy bajo y de corta duración. La industria textil es la más contaminante del planeta (consumo de agua, tintes químicos, vertidos de microfibras a los océanos) y abarata costes sustentada en la explotación de la mano de obra (el 85% son mujeres y niños) en condiciones indignas. Nos alegramos de habernos equivocado porque nos ayudó a transformar nuestros propósitos. La costura que significa durabilidad y cuidado a los demás ha sido siempre un trabajo femenino invisible. Nuestra generación ha dejado de realizar esta labor por la incorporación de las mujeres a la vida laboral. Estamos orgullosas de las mujeres que remendaban, cosían y transformaban en cada casa, y le damos el valor que se merecen enseñando estos saberes tradicionales.
Planeta Dots se moviliza y se diversifica. ¿Qué líneas habéis desarrollado?
Gracias al apoyo que tuvimos con nuestra primera colección sostenible, compramos una caravana de segunda mano. Pero llegó el confinamiento y aquel tiempo nos sirvió para ponerla a punto con todo el cariño. Entonces diseñamos los servicios de la RutaDots que ofrecemos a los ayuntamientos para que sean subvencionados: Reparadots, para reparar antes de comprar; Recicladots, talleres creativos de reciclaje textil para todos; Debatedots, educación para la sostenibilidad; Rincón de costura permanente como servicio público. Y con los Decoradots facilitamos la decoración sostenible y participativa para fiestas, asociaciones, etc.
En Planeta Dots trabajamos con donaciones de tejidos y la caravana es un punto de venta de moda sostenible. Junto con nuestra tienda online promovemos los diseños duraderos, la producción local y el trabajo digno.
¿Hacia dónde se dirige vuestro proyecto?
Tenemos un proyecto muy visual, somos costureras, diseñadoras, educadoras y agentes de cambio. Nos reafirmamos en que el valor de la prenda no lo representa el precio. Más bien, estamos invirtiendo en calidad para que la prenda dure más. Nuestra colección es atemporal, independiente de la moda del momento. Es ropa útil y cómoda que habla de ti y de tus valores. Actualmente estamos ampliando conocimientos en fotografía y modelaje para visibilizar más y mejor nuestra marca.
Nos hemos unido a SIC Moda, y también a Rem. Recibimos invitaciones muy variadas, como la última para participar en el Festival Food Truck España. Las colaboraciones que tenemos con otras diseñadoras, ayuntamientos, proyectos sostenibles y demás, hacen que Planeta Dots esté en constante crecimiento y nunca sabemos qué nuevas aventuras nos esperan.
